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Mi padre solía contar un chiste que por alguna razón siempre he tenido en cuenta al tratar de resolver una situación.

Se trata de un automovilista que al ir circulando frente a un hospital para enfermos mentales, se aflojaron las tuercas de una llanta y esta salió volando. El conductor bajó del auto, rescató la llanta de entre unos matorrales pero por más que buscó no encontró las tuercas.

Se paró frente al coche tratando de encontrar una solución a su problema.

Era tarde y no encontraría ningún lugar donde pudiera conseguir las tuercas, ni un taller donde le resolvieran el problema.

Uno de los pacientes del hospital había observado toda la situación y se acercó para ofrecer su ayuda. El conductor pensó que de poco podría servirle la ayuda de un demente, sin embargo no le quedó más remedio que atenderlo.

 Le explicó la situación y su preocupación por que no encontraría a esa hora un lugar donde pudiera conseguir las tuercas.

Lo escuchó con atención y después de una breve reflexión le dijo al automovilista: «Es muy fácil, quite una tuerca a cada llanta y listo».

No podía creer que él no hubiera sido capaz de resolver la situación y una persona con deficiencia mental lo hubiera hecho con tanta facilidad.

Sin poder resistir la tentación le preguntó: ¿Que usted no es paciente del hospital? Si, le contestó.

¿Entonces como pudo encontrar una solución tan buena?

Estoy aquí por loco, no por tonto, le dijo.

Esta situación es un ejemplo típico de la aplicación del pensamiento lateral, de hecho una de las formas de entrenamiento del sistema, se basa en el planteamiento de acertijos de este tipo, con soluciones inesperadas o insólitas, propias de una mentalidad creativa libre de ataduras o patrones establecidos.

A veces nos acostumbramos a pensar en una sola dirección dando por obvio cosas que no lo son.

El término pensamiento lateral fue concebido por Edward de Bono para describir un tipo de pensamiento distinto al pensamiento convencional o lógico. En el pensamiento convencional (o vertical), avanzamos a lo largo de líneas familiares usando experiencias y suposiciones que parten de situaciones similares.

Nos apoyamos en la lógica y las suposiciones que empleamos antes. Utilizamos un enfoque lógico y racional. Sin embargo, a veces este proceso deja de sernos útil. Se nos presentan límites que solo podemos superar dejando de lado nuestras suposiciones básicas y enfocando el problema desde un ángulo completamente nuevo, por ejemplo, mediante el pensamiento lateral.

Debemos superar las aparentes limitaciones que nos plantean los problemas y aprender a pensar creativamente, abiertos a cualquier posibilidad por absurda que parezca.

De hecho la mayoría de las soluciones encontradas en el pensamiento lateral parten de conceptos e ideas absurdas, vistas desde un enfoque racional.

Un ejemplo de este tipo de soluciones encontradas a través de situaciones absurdas es el siguiente caso:

Una empresa de telemarketing tenía una gran rotación de personal, situación que impactaba considerablemente sus costos, ya que tenía que entrenar constantemente a nuevos empleados con los consiguientes inconvenientes que esto implica en tiempo y dinero. Una vez capacitado el personal, al poco tiempo era contratado por compañías competidoras.

Cansados de esta situación, los directivos convocaron a una reunión general para encontrar soluciones al problema.

Alguien desesperado por no vislumbrar ningún remedio satisfactorio comentó: «Me gustaría cortarle las piernas al personal para que no se pueda ir».

De este absurdo comentario surgió una estrategia que vino a solucionar definitivamente el problema.

Se decidió contratar personal con discapacidad física para atender los teléfonos. Se hicieron adaptaciones especiales para los nuevos empleados y de esta forma se terminó con la piratería de personal incrementando además, la productividad de la empresa.

 

Estamos acostumbrados a razonar de una manera que he denominado «pensamiento embudo» esto es, encerrarnos en ideas estrechas que desembocan en una limitada salida que no permite el libre fluir de la imaginación.

El pensamiento lateral no es una habilidad privilegiada ni mucho menos compleja, sino que es un poder latente que todos poseemos.

Puede desarrollarse mediante el entrenamiento, exigiendo solo un cambio de actitud mental y un enfoque abierto a la solución de problemas.

La base del entrenamiento del pensamiento lateral, es a través de acertijos que obligan a encontrar soluciones con desenlaces inesperados, que rompen completamente con la lógica convencional, lo que obliga a desarrollar la habilidad del pensamiento creativo.

Algunos sistemas de evaluación de personal utilizan este tipo de acertijos para medir la capacidad de respuesta y habilidad imaginativa de los examinados. Los acertijos pueden ser matemáticos, humorísticos, inteligentes, deductivos, intuitivos, etc., cualquiera que sea el tono, el objetivo es el mismo, desarrollar el ingenio e inteligencia creativa.

Al hablar sobre creatividad, debemos tener en cuenta distintos tipos de pensamiento. Guilford, en 1951, clasificó el pensamiento productivo en dos clases: convergente y divergente.

El pensamiento convergente se mueve buscando una respuesta determinada o convencional y encuentra una única solución a los problemas que por lo general suelen ser conocidos.

Al hablar sobre creatividad, debemos tener en cuenta distintos tipos de pensamiento.

El pensamiento divergente en cambio se mueve en varias direcciones en busca de la mejor solución para resolver problemas a los que siempre enfrenta como nuevos. Y para los que no tiene patrones de resolución, pudiéndose así dar una vasta cantidad de resoluciones apropiadas más que una única correcta.

Ese tipo de pensamiento tiende más al concepto de creatividad y ha sido llamado por De Bono pensamiento lateral.

Ejemplos de acertijos.

Acertijos inteligentes.

Estás conduciendo tu coche en una noche de tormenta terrible.

Pasas por una parada de autobús donde se encuentran tres personas esperando:

  1. Una anciana que parece a punto de morir.
  2. Un viejo amigo que te salvó la vida una vez.
  3. El hombre perfecto o la mujer de tus sueños.

¿A cuál llevarías en el coche, habida cuenta que sólo tienes sitio para un pasajero? Una respuesta muy ingeniosa e inteligente es:

Dar las llaves del auto al amigo para que lleve a la anciana al hospital y quedarse con la mujer/hombre de nuestros sueños.

La paradoja del barbero:

En una ciudad de la antigua Grecia había una ley según la cual todos los hombres debían estar bien afeitados y ningún hombre podía afeitarse solo.

La única persona a la que le permitían afeitar a la gente era al barbero oficial de la ciudad (que tenía cuarenta años). Había un solo barbero.

Como el barbero estaba afectado por la misma ley, ¿quién afeitaba al barbero?

El pensamiento lineal razonaría de manera similar a la siguiente: Entrenar a otro peluquero para que él pueda afeitarlo.

El pensamiento lateral ve posibilidades diferentes a las lógicas:

Nadie afeita al barbero porque es mujer.

Pendiente en el café. Esta mañana se me cayó un pendiente en el café. Y aunque la taza estaba llena, el pendiente no se mojó.

Olvidar el carnet de conducir. Una señora se dejó olvidado en casa el permiso de conducir. No se detuvo en un paso a nivel, despreció una señal de dirección prohibida y viajó tres bloques en dirección contraria por una calle de sentido único. Todo esto fue observado por un agente de circulación, quien, sin embargo, no hizo el menor intento para impedírselo. ¿Por qué?

Agujero:

Si un hombre hace un agujero en una hora y dos hombres hacen dos agujeros en dos horas. ¿Cuanto tardará un hombre en hacer medio agujero?

El avión:

Imagínate que piloteas un avión de pasajeros en medio de una tormenta. Un relámpago cae sobre el motor de la derecha y lo destroza, viendo que con un solo motor no se podrá llegar al próximo aeropuerto se decide tirar por la puerta toda la carga. Después de vaciar medio avión solo queda el pasaje, compuesto por un equipo de jugadores de fútbol, veinte monjas claustrales, un grupo de turistas japoneses y varios ejecutivos de una multinacional petrolífera y Kim Bassinger. ¿Como se llama el piloto?

Acertijos Matemáticos:

Cinco patatas seis niños. Una madre tiene 6 niños y 5 patatas. ¿Cómo puede distribuir las patatas uniformemente entre los 6 niños? (No valen fracciones).

 

Suma de tres cifras iguales:

Una suma con tres cifras iguales da como resultado 60. Los números no son el 20.

¿Cuáles serán los números?

Barberos de Blanes:

¿Por qué los barberos de Blanes prefieren cortar el pelo a diez gordos antes que a un flaco?

Acertijos capciosos:

Salidas de habitación

Te encuentras en una habitación con cuatro puertas, una puerta está vigilada por una legión de soldados romanos dispuestos a todo. Otra puerta está custodiada por diez perros Doberman rabiosos. La tercera puerta está custodiada por diez cocodrilos de dos metros de largo cada uno. En la cuarta puerta hay un grupo de veinte leones muertos de hambre. ¿Por qué puerta saldrás de la habitación?

 

En fin, podríamos seguir con infinidad de acertijos que ilustran el pensamiento lateral, pero la intención es ejemplificar la manera en que cada uno de nosotros podemos ejercitar la facultad creativa, la intuición y el ingenio para resolver situaciones en la vida diaria.

Antes de ver las respuestas de los acertijos, traten de resolverlos, ejercitando el pensamiento creativo, esto nos servirá para clasificar nuestra manera de pensar. Si somos lineales o racionales, entrenemos la parte intuitiva y viceversa si la tendencia predominante es la contraria, es conveniente no despegarnos demasiado del pensamiento lógico. Busquemos en todos los ordenes de nuestra vida el equilibrio. El pensamiento lateral requiere de cierta lógica y el pensamiento lógico requiere de la facultad creativa.

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